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Diagnóstico de enfermedades de la Piel (parte I)

por Farm. Silvia Esper (Córdoba, Argentina)
Muchas enfermedades de la piel se pueden diagnosticar mediante una exploración física exhaustiva.
Dicha exploración debe incluir las uñas y las zonas que no pueden ser autoexploradas (como la mucosa oral, la región anogenital y el cuero cabelludo).
Resulta fundamental disponer de una buena iluminación.
Para realizar el diagnóstico hay que identificar las lesiones primarias y secundarias por su morfología.
El farmacéutico debe saber reconocer los diferentes tipos de lesiones, a fin de poder ofrecer una atención primaria, en caso de ser necesario, hasta tanto el paciente acuda a la consulta médica y se realice los exámenes pertinentes.

LESIONES PRIMARIAS


Son alteraciones precoces de la piel, que todavía no han sufrido su evolución natural ni se han modificado por manipulación.

La mácula es una pequeña mancha de menos de 10 mm, plana, de forma variable y discrómica. Puede ser hipo o hiperpigmentada.

Una placa no sobreelevada es una mácula de gran tamaño (más de 10 mm).

Ejemplos de estas lesiones son las efélides, los nevos planos, las manchas en «vino de Oporto» y los exantemas de las rickettsiosis, la rubéola,
el sarampión y algunas erupciones medicamentosas alérgicas.






Una pápula es una lesión sólida y elevada
que generalmente mide menos de 10 mm.





Una placa es una lesión parecida a una meseta de
más de 10 mm o un grupo de máculas confluyentes.
Ejemplos de estas lesiones son las verrugas, algunos nevos,
la psoriasis, el chancro sifilítico, el liquen plano,
algunas erupciones medicamentosas, las picaduras de insectos,
las queratosis seborreicas y actínicas, algunas lesiones del acné y los carcinomas cutáneos.


Una vesícula es una lesión circunscrita y elevada que contiene

un líquido seroso y mide menos de 5 mm.
Si mide 5 mm o más se denomina bulla o ampolla.
Las vesículas y las bullas se producen por irritantes primarios,
dermatitis de contacto alérgica, traumatismos físicos,
quemaduras solares, picaduras de insectos o
infecciones víricas (herpes simple, varicela o herpes zóster), aunque también se asocian con erupciones medicamentosas, pénfigo, dermatitis herpetiforme, eritema polimorfo, epidermólisis ampollosa y penfigoide.



Las pústulas son lesiones elevadas superficiales que contienen
pus y se pueden deber a la infección o evolución seropurulenta de una vesícula o ampolla.
Entre las causas de esta lesión destaca el impétigo, el acné, la foliculitis, los forúnculos, el ántrax, determinadas micosis profundas, la hidrosoadenitis supurativa, el querion, la miliaria pustulosa y la psoriasis pustulosa de las palmas y las plantas.




Los habones son lesiones elevadas, transitorias, determinadas por un edema localizado.
Son reacciones alérgicas frecuentes producidas por reacciones medicamentosas, picaduras o mordeduras de insectos o sensibilidad al frío, al calor, la presión o la luz solar.
Cuando se observan áreas más extensas de edema en el tejido subcutáneo se habla de edema angioneurótico.




La palabra púrpura es un término global que alude
a la presencia de sangre extravasada.

Las petequias son pequeños focos puntiformes de extravasación bien circunscritos, mientras que las equimosis son lesiones confluyentes de mayor tamaño.





El término hematoma alude a zonas de hemorragia masiva en piel y tejido subyacente.







Las telangiectasias
son dilataciones de los vasos superficiales
y se pueden producir en la rosácea, en determinadas enfermedades
sistémicas (ataxia telangiectasia) o en el tratamiento prolongado con corticosteroides fluorados tópicos, aunque la mayor parte de los casos son idiopáticos.
Las telangiectasias también se pueden producir
como parte de enfermedades hereditarias, como la ataxia
telangiectasia o la telangiectasia hemorrágica hereditaria.






Un nódulo es una lesión sólida, palpable, de más de 5 o 10 mm, que puede ser elevada o no.

Los nódulos mayores de 20 mm se denominan tumores.
Ejemplos de estas lesiones son los quistes epidermoides, los
lipomas pequeños, los fibromas, el eritema nodoso, algunos linfomas y otras neoplasias.

Afecciones de frecuente consulta en la oficina de farmacia

Definición, clínica, diagnóstico, etiología, prevención, tratamiento, rol del farmacéutico y cuándo derivar al médico.